• GINGIVITIS: suele ser la más habitual. Es una inflamación de las encías que pueden provocar que sangren. Esto se debe a la inflamación provocada por el acúmulo de placa bacteriana y por la alta concentración de hormonas. Es importante controlarla para que no acabe convirtiéndose en periodontitis, que es una enfermedad crónica que provoca la destrucción de los tejidos de sujeción del diente.
  • DIENTES QUE SE MUEVEN: La inflamación gingival puede afectar a tejidos que mantienen sujetos los dientes, así que es fácil que notemos que se mueven.
  • CARIES: Durante el embarazo tenemos mas acidez en la boca, estos ácidos debilitan el esmalte. También influye el descenso del flujo de saliva y el aumento de ingesta de alimentos entre horas que favorecen la aparición de caries.